La descripción litológica o testificación de los sondeos tiene que ser realizada por un geólogo o técnico titulado equivalente.
Tiene que especificarse, en presupuestos e informes, si esta supervisión de los sondeos ha estado realizada por GEÓLOGOS O TÉCNICOS TITULADOS.
Introducción, objetivos, trabajos realizados, contexto geológico, estudio de condiciones, plano de situación,etc..
Cada vez son más los profesionales de la construcción, de las administraciones públicas, particulares, agrónomos y agricultores, concienciados de que no se puede iniciar ningún tipo de obra, por sencilla que sea, sin un adecuado reconocimiento geológico y del subsuelo. Probablemente, dentro de pocos años, la legislación obligará a realizar estudios geológicos, como ya lo hace en algunos ámbitos. Asimismo, el reconocimiento social y profesional de los trabajos de perforación y sondeos no siempre ha sido positivo. Esto se debe, entre otros factores, a la utilización de métodos inadecuados por algunas empresas, cuando no se puede hablar directamente de prácticas poco transparentes, o incluso claramente fraudulentas. Estas prácticas han sido favorecidas en algunos casos indirectamente por los propios clientes, que por no ser lo suficientemente exigentes o por el desconocimiento de los métodos de perforación, se han conformado con el falso ahorro que puede suponer la aplicación de estos métodos.
En las grandes obras de infraestructura: autopistas, embalses, edificios especiales, sondeos para abastecimientos de poblaciones, etc, el mercado exige ya una calidad y transparencia de actuación que no es equiparable al ámbito de la mecanización de sondeos particulares, aunque éste haya evolucionado últimamente. En nuestra opinión, parte del problema se debe a la creencia de que todas las perforaciones y sondeos que se realizan con métodos similares y, que por tanto, las conclusiones deben ser las mismas. Esto genera que predominen los métodos de bajo coste, sin entender que estos son los que llevan a conclusiones incorrectas o incompletas, ya sea por inducir a un sobredimensionado de la perforación o entubación, o por dar una falsa seguridad. Esta circunstancia desemboca en costes innecesarios y en el otro en no poder mecanizar nuestro pozo convenientemente por falta de diámetros de entubación en muchas cosas para poder extraer el agua encontrada en nuestra perforación.